Casa màs fresca en verano.

Una casa proyectada con materiales adecuados, acordes al clima y posiciòn geogràfica, serà màs confortable durante todas las estaciones; con menores costos de mantenimiento y sobre todo saludable.  
Si no tenemos la posibilidad de proyectar una casa desde el inicio, podemos tener presente algunos consejos:

Techos y materiales: se calcula que un 70 % del calor entra a nuestros hogares a travès de techos y aberturas. Hay materiales que almacenan màs calor que otros, por ej. una loza de cemento puede alcanzar fàcilmente los 70°C en verano.  Es por ello fundamental que sean correctamente protegidos para no transmitir al interior de la casa el calor.  Los materiales aislantes en los techos, reducen considerablemente la transmiciòn de calor.
Las posibilidades son muchas.  Colores claros y materiales refractantes. La misma premisa debe tenerse presente a la hora de elegir pisos y revestimientos exteriores, evitando opciones que tienden a acumular y atraer el calor (piedras, negras u  de colores oscuros, maderas etc). Grandes ventanales tambièn favorecen el recalentamiento interno, porque el vidrio provoca el conocido efecto invernadero, y por ello se deben proteger ventanas con celosias, contraventanas, y cortinas que bloqueen el ingreso directo de los rayos solares.

Un recurso aplicado siempre con màs frecuencia es el de techos verdes: la tierra y vegetales aislan la vivienda, prolongando ademàs la vida ùtil de los materiales. Se reducen los costos de refrigeraciòn en verano y de calefacciòn en invierno.



Fuentes de calor interno: reducir al minimo el uso de la luz elèctrica y de electrodomèsticos: televisores; cafeteras; radiodespertadores; equipos de audio; hornos etc;  que generan calor (y consumen energia) aùn cuando no se estèn utilizando si permanecen en stand by. En èste sentido es importante saber que la contaminacion electromagnètica que provocan en nuestros hogares supera la exterior. Por ello desconectar las fuentes de energia deberia ser una practica cotidiana para mantener la calidad de nuestro aire interno màs saludable.
                                    
Aberturas: deben ofrecer una correcta aislaciòn tèrmica (lo ideal son las de doble vidrio, con càmara de aire). Durante las hs. de sol se evitaràn abrirlas, en especial las orientadas al N y O en el hemisferio sur; y al S y O en el hemisferio Norte. Ventilar la casa durante las primeras horas del alba o por la noche. 
En las aberturas hacia jardines; patios o balcones pueden colocarse cortinas livianas de algodòn o fibras naturales, que permitan el paso del aire, y se pueden humedecer para enfriar el interior con la brisa que pasarà a travès de ellas. 
Agua y barro: el agua refresca los ambientes por efecto de la evaporaciòn, absorviendo para ello calor. Cualquier fuente de agua, estanque o simplemente un par de tinajas de barro a los lados de las aberturas refrescarà (una solucion que utilizaban los romanos y pueblos en el desierto donde ademàs de recolectarla en contenedores de terracota, las disponian cerca de los ingresos). Las piscinas; estanques y espejos de agua generan el mismo efecto, y es mejor siempre que exista posibilidad, situarlos  en modo tal que los vientos predominantes  de la estaciòn pasen primero por ellos para refrescar luego la casa. Otra opcion es utilizar planteros (en barro o terracota) en el interior de la vivienda si no se puede contar con un jardin o patio interno. Suelos de terracota y otros materiales como la ceràmica son muy frescos; y cuando se lavan absorveràn el calor del ambiente. 
Cortinas y alfombras: evitar las texturas pesadas de invierno, en cortinas, acolchados; sillones y sofàs, retiràndolos o cubriendolos con tejidos ligeros y naturales, en lo posible blancos. Las alfombras son muy calientes y se deben retirar y guardar en el verano. No solo los tejidos acumulan y transmiten calor; tambien los colores. El blanco o colores pastel seràn siempre aliados para no atraer los rayos UV al interior de nuestra casa. 
Màs verde interior: las plantas no solo generan oxigeno y purifican el aire, tambièn lo refrescan generando un microclima agradable y saludable. Es por ello que el verde produce bienestar. Recientes estudios demostraron que en las casas y oficinas con importante nùmero de plantas de interior se reduce en un 15 % el uso del aire acondicionado. Ademàs mejoran la calidad y sanidad del aire; por lo tanto disminuyen las alergias; problemas respiratorios; problemas de asma; dolores de cabeza; sequedad y ardor en los ojos, etc.
Modelo construcciones "Earthships" que producen los propios alimentos en el interior.
Tienden a lograr la autosuficiencia e independencia alimentaria.
Sombras: plantar àrboles que den sombra a la casa y ambientes màs azotados por el sol. Si no se pudiera plantas elegir plantas; trepadoras; crear pèrgolas que protegan ingresos, muros y ventanas. Hay soluciones y alternativas para cada caso. Y aunque no parezca relevante la temperatura descenderà dràsticamente. En balcones se pueden colocar cortinas o protectores solares para tamizar la luz. Si no fuera posible plantas altas por ej. de bambùes seràn un buen recurso.

 Ventiladores:   podemos  evitar  recurrir automàticamente  al aire acondicionado; o utilizarlo menos tiempo si recurrimos a ventiladores de techo  (mejor si giran en sentido contrario al relòj), porque atraen el calor hacia arriba. 
Los ventiladores en general consumen promedio 50 veces menos energia que el aire acondicionado.
La construcciòn moderna estandarizada y en cadena, en muchos casos ha dejando de lado muchas premisas fundamentales que desde la antiguedad se consideraban irrenunciables a la hora de proyectar una casa. Priorizando cuestiones econòmico-especulativas; y hasta estèticas por sobre las condiciones de habitabilidad y confort. 

Por ello, es  importante  elegir   un   profesional  atento;  que  en base a los principios de la bioarquitectura,  explote las  ventajas  que el terreno le brinda aprovechàndolas. Los  resultados  se  apreciaràn inmediatamente; no solo en la calidad  de  vida dentro de la casa; sinò tambièn en nuestro bolsillo, gracias a la eficiencia energètica y reducciòn en los costos de mantenimiento; que en un inmueble, si contamos su vida ùtil no son pocos.    

Carolina Cuneo.

Seguinos en Facebook